Los Seres humanos nacen con dos ojos pero con una sola lengua. Es para que vean dos veces lo que van a decir.
Una joven ejecutiva recién graduada entró a su oficina en el primer día de trabajo. Se acomodó en su sillón de cuero, dio un suspiro de satisfacción y la hebilla que tenia como adorno en su cabello. Había estudiado y trabajado mucho para estar donde estaba. Se recostó para disfrutar del momento. Luego viendo a un potencial cliente que se acercaba hacia la puerta de su oficina se puso con rapidez en postura de mujer ocupada y enérgica. Abrió un cuaderno, luego descolgó su teléfono sosteniendo el auricular sobre el hombro.
Cuando el cliente entró a su oficina, la nueva ejecutiva comenzó a escribir de manera furiosa, mientras decía en su mejor tono de mujer de negocios:
- Muy bien, entonces señor Jaquet. Me encontraré con usted el viernes para finalizar el trato. ¿Cómo dice? Sí, cuatro millones debiera ser lo adecuado. Notificaré a la oficina de Buenos Aires sobre nuestro contrato.
Colgando el teléfono, la ejecutiva soltó su bolígrafo y extendió la mano al visitante.
- Buen día, señor - dijo en su mejor tono de oficinista - . ¿En qué puedo ayudarlo?
El "cliente" replicó:
- En realidad, estoy aquí para reparar su teléfono.
No te esfuerces por demás para impresionar a la gente y sobre todo para hacer alarde. Nada causa tan mala impresión como alguien que car en su propia trampa.
"En las muchas palabras no falta pecado; mas el que refrena sus labios es prudente."
Proverbios 10:19
Un abrazo.
Adru
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