Lo que aprendi

Una mujer de negocios muy joven, confundida sobre su futuro se sentó en el parque a mirar cómo trepaban a los árboles las ardillas. De repente una de ellas saltó desde un árbol muy alto hacia otro que estaba bastante lejos. A la mujer, este salto le pareció suicida. Y justo en el momento en que la mujer se asustó, la ardilla dejó la rama que estaba por saltar y aterrizó con seguridad en otra que estaba mucho más abajo. Un hombre que estaba sentado en un banco cercano comentó: - He visto varias ardillas saltar de sus ramas, pero nunca he visto a ninguna que se lastimara - rió y agregó-, supongo que deben correr el riesgo si no quieren pasar el resto de sus vidas en el mismo árbol. La mujer meditó en las palabras del hombre. Una ardilla corre riesgos , pensó, ¿tengo menos coraje que una ardilla?¿Estoy loca? En ese momento se aclaró su mente y decidió correr el riesgo de iniciar la carrera que estaba considerando. Tiempo después aterrizó con seguridad, trepando luego a una posición

Una joven ejecutiva recién graduada entró a su oficina en el primer día de trabajo. Se acomodó en su sillón de cuero, dio un suspiro de satisfacción y la hebilla que tenia como adorno en su cabello. Había estudiado y trabajado mucho para estar donde estaba. Se recostó para disfrutar del momento. Luego viendo a un potencial cliente que se acercaba hacia la puerta de su oficina se puso con rapidez en postura de mujer ocupada y enérgica. Abrió un cuaderno, luego descolgó su teléfono sosteniendo el auricular sobre el hombro. Cuando el cliente entró a su oficina, la nueva ejecutiva comenzó a escribir de manera furiosa, mientras decía en su mejor tono de mujer de negocios: - Muy bien, entonces señor Jaquet. Me encontraré con usted el viernes para finalizar el trato. ¿Cómo dice? Sí, cuatro millones debiera ser lo adecuado. Notificaré a la oficina de Buenos Aires sobre nuestro contrato. Colgando el teléfono, la ejecutiva soltó su bolígrafo y extendió la mano al visitante. - Buen día, señ